Kareen con doble e

Querido lector, si usted le ha puesto atención al nombre de este blog aunque sea una vez, entonces se dará cuenta de que una entrada por estas fechas se veía venir sí o sí. O sea, ¡una bruja es una bruja! Era que no me iba a aparece por esta fecha. Ahora estoy en el comedor de mi casa viendo como un lindo aquelarre, consistente de cuatro brujildas y un caballero negro, se preparan para salir a saquear y causar terror a los incautos. Sí, el botín de esta noche será bueno. Hasta es probable que consigan un alma o dos. Todo bien documentado, claro, que como ya es tradición, soy la fotógrafa oficial de esta oscura ceremonia. Y como de brujas es la noche, los dejo con un video de mis tres brujas Disney favoritas. Mis queridas madres y hermanas, ¿qué hubiera sido de mí sin ustedes?

El video… tiene y no tiene que ver con lo que sigue… cómo de todas formas me hizo reír, lo pongo. ¿A qué viene esto? Me corté el pelo. ¿Motivo? Me dio la gana, así de simple. Ya estaba muy largo, se estaba poniendo feo ¡y ni hablar del gasto de shampoo! ¡Me aburrí! Estaba fome, sin vida… ¡me aburrí! Llega mi abuela me ofrece cortarlo un poco, yo decido que ese “poco” no sea tan poco ¡y listo!; corte nuevo (que por lo demás me encanta). ¿Y a qué viene todo esto? A que no falta el espécimen masculino descerebrado que, desatinadamente, intenta atribuir un simple cambio de apariencia a una callada atracción por uno de ellos. A ver señores… ¡a ver si por fin les entra!... admito que una se preocupa más de la apariencia cuando hay un interés con nombre y apellido de por medio, aún así, las mujeres nos arreglamos, principalmente, para nosotras y para otras mujeres; que ustedes disfruten colateralmente de esos beneficios, eso ya es otra cosa. Sí, una se ve mejor cuando está en la cumbre de la