Kareen con doble e

Y bueno, como ya lo he repetido o dado a entender en varias entradas, no todo puede ser redacción y corrección de material académico. La profe es humana, ¡y bruja por si fuera poco! Como todos necesito un respiro para no acabar matando a alguien, especialmente alumnos (¿luego de dónde saco sueldo?). Uno de esos respiros es escuchar música o podcasts mientras trabajo (de algún lado tengo que sacar fuerzas para se productiva). Y ya hablando de podcasts, hay uno que no para de hacerme reír nunca, a pesar de la falta de actualización hace mucho tiempo y que es Dragon Ball Lady's Talk . El único "problema" de escuchar a estas buenas fans de Dragon Ball, es que una inevitablemente termina metida en su página de Facebook y entre eso y el podcast, mi hiperactiva imaginación sale con cosas como esta: Ante ustedes la señorita emperatriz, Kawaii Destruction, feliz en la inauguración del casino de uno de los planetas recientemente conquistados, disfrutando de un mereci

Excéntrico, orgulloso, codicioso, matasanos sin licencia... TODO lo que uno no espera, ni quiere en un doctor... pero finalmente un cirujano genio, muy profesional en su trabajo y con moral, aunque no lo parezca por ningún lado de su "encantadora" personalidad. Una moral bien particular y que no tiene como cuadrar con la del común de los mortales, ¡pero moral! Baste saber que tenerlo a él de doctor implica quedar endeudado hasta la tercera o cuarta generación, pero con la tranquilidad de que vas quedar sano xD Un capricho bastante antiguo, y desordenado como él solo en la forma que lo he ido satisfaciendo (tomo 2, 5, 6, 3, 4... y el 1 que no quiere aparecer por ninguna parte), pero capricho al fin y al cabo. ¿Qué hago tan encaprichada con un manga de la década de los 70? Bueno... ¡Es Black Jack ! ¡O sea! Si usted creyó que yo iba a tratar de dar una explicación lógica para mis gustos, claramente se saltó la palabra "capricho". Lo único que puedo decir,

Katharine of Aragon: The Story of a Spanish Princess and an English Queen . Así es, porque además de una redactora de guías y correctora de controles en masa, la profe es humana; MUY humana. Y bruja para colmo; es decir, una criatura de impulsos, o sea, que si no estoy en plena lucha con el fin de mes, meterme a una librería y salir con las manos vacías, solo se explica por la falta de algo capaz de despertar mi capricho. Ahora, que yo  me meta a la Librería Inglesa  para terminar sin ningún libro... now, that's weird! Si usted llega a presenciar eso, favor de sacar un termómetro o llevarme a la enfermería más cercana. Hágase a la idea de que yo entro ahí previamente encaprichada (el vendedor me tiene plenamente identificada en términos de gustos) y sabiendo que mi gran problema va a ser decidir qué NO  llevarme conmigo ese día. ¡Qué le vamos a hacer! A la hora que compro todos mis caprichos de un solo tirón quedo en la ruina. ¡Caprichosa, pero con criterio! Kath

¿Seré yo? ¿Los computadores poseídos del laboratorio? ¿O simplemente que la maldita tecnología de verdad termina por freír cerebros? Y si es lo último, ¿qué onda el mío, y el de todos los profes de traducción, que todavía está funcional? O eso creo. Aunque ya no sé por cuánto tiempo después de todas las guías a prueba de dummies que nos hemos mandado y todo lo que nos ha tocado ver a pesar de ellas. ¿Qué es lo que nos tiene al borde de esa mezcla de risa y llanto? ¿Los programas específicos de los ramos de traducción? Nop. Esos han dado sorpresas, pero las menos y relativamente bajo control (más que nada porque de apurones les da por saltarse pasos...). Ojala fuera eso, pero no; la gran pesadilla de este semestre se llama Office. ¡Office! ¡Sí! ¡OFFICE! Leyó bien. Uno creería que este tipo de cosas ya no pasan, o por lo menos no a la generación que creció rodeada de pantallas y teclados físicos y táctiles por todas partes, pero, sorpresa, pasan, y de una manera... A ratos llega a p

  Así es, porque los conejos no solo invadieron mi casa (y trabajo) en forma de galletas temáticas y chocolate (las ventajas de tener una madre con sangre pastelera), también llegaron saltando a mis manos en forma de lana y patrones de crochet. Ya antes había visto patrones de conejo y este era EL momento para hacerlo; una, porque no podía estar más a tono con la fecha, dos, porque me encanta el crochet, y tres, porque ya no puedo tener más lana de la que tengo en este momento xD ¿Qué mejor que combinar todo eso en un tierno conejito? Hay que decirlo, de todos mis pasatiempos y adicciones (que no son pocos), este es por lejos el más relajante y productivo. De hecho, en la sala de profesores varios de los compañeros que se acercaron a mirar cómo iba quedando, comentaron lo buena terapia ocupacional y anti-estrés que era la actividad. ¡Y es cierto! Creo que las madejas y mi estuche de crochet van a pasar a ser parte permanente del arsenal de mi bolso.