Veo una voz
Ni la prueba asesina de GILT me quita el buen sabor del día de hoy. Fue tan estimulante la charla sobre la comunidad sorda y el lenguaje de señas. Aunque mi tesis no girara en torno a eso seguiría siendo una ganancia. Y es que en Chile se discute tan poco el tema... Todavía existe la maldita y muy ignorante idea de que los lenguajes de señas son imitación de los lenguajes hablados. Nunca falta el que cree que son los oyentes quienes de buenos los crean y que la comunidad sorda simplemente los adopta. ¡Qué amables nosotros! ¿Cierto? Falso, falso, falso, falso. ¡FALSO! Los lenguajes de señas no se parecen ni remotamente a los lenguajes hablados de su propio país. De hecho, los lenguajes de señas de países que comparten la misma lengua hablada no se parecen entre ellos. El lenguaje de señas de chileno no tiene nada que ver con el argentino; el nuestro tiene influencia del lenguaje de señas francés; el argentino del lenguaje de señas italiano. Y nunca faltan las variedades dialectales...