Lo que se encuentra en el parque
¡Esto ya es maldad pero mala-mala-mala! ¿Cómo se les ocurre dejar botada en una caja a una bola peluda que ni siquiera sabe tomar leche y mucho menos caminar? Al final la sacó por hambre (que manera de tragar la pobre), pero después de eso no fue mucho más que tuto. Buenos pulmones para chillar, eso sí, y menos mal, porque si no mi mamá hubiera pasado de largo en el parque. O tal vez no. Mi bruja madre tiene un radar para los animales... Pero bueno. La perrita ya está bien y muy bien instalada con una de mi tías, que justo andaba buscando una perrita, y justo fue donde la Nina cuando mi mamá la llamaba para contarle de la perrita... ¿Es idea mía o las casualidades son puro mito urbano?