Looking on the bright side
Justo cuando creía que mi fe en Letras estaba más o menos reestablecida y recuperaba un entusiasmo que no había sentido desde el primer semestre, pasa algo que deja mi imagen del Olimpo por el suelo, bueno, mejor dicho como por el tercer subterráneo, y eso que yo creía que ya no podía bajar más de lo que ya lo había hecho. Y no es necesario que las cosas me pasen a mí, basta que pasen para que me afecten, aunque no siempre se note. Lo que más me da rabia es que la carrera en sí tiene mucho potencial y la gente en ella también; solo es cosa de que les den la oportunidad de probarlo y se tomen la molestia de escuchar, pero está claro que no entienden ese concepto o bien no tienen ni el cerebro ni la habilidad para hacerlo (al menos no ciertas personas que no voy a nombrar). Es increíble el doble discurso que tienen de apoyar a los alumnos, y luego darles la espalda y ponerles un millón de trabas estúpidas apenas pueden. Es tan ... ¡arggggg! Se me ocurren millones de cosas, pero no las v