Traducción de cómics: del papel a las estanterías


Comenzaré esta entrada reconociendo que como autopromotora soy una total y completa vergüenza. Por lo menos en lo que a mi uso de este blog se refiere. Y es que con Karina Castro dimos esta charla sobre traducción de cómics el 14 de julio... ¿Qué hago escribiendo sobre ella recién un mes y tres días después? Un desastre, lo sé, pero en mí defensa, toda entrada, por breve que sea, demanda un mínimo de preparación y tiempo, todo lo que una profe de universidad justamente no tiene para derrochar durante la primera semana de exámenes finales del primer semestre. Me consuela, sin embargo, saber que sí difundí todo lo que pude en el resto de mis redes. Eso, y que como buena charla universitaria se grabó enterita.

Y bien, ahora a la charla ya propiamente tal. ¿Es indispensable pertenecer al mundo de la traducción para verla? No. Claramente ayuda para apreciar mucho mejor algunas problemáticas propias de nuestra área, pero la verdad es que nos preocupamos de presentar los distintos temas de la forma más accesible posible, y todo lo relacionado con teoría o terminología va aterrizado de forma concreta con su respectiva imagen de ejemplo. ¿Es necesario haberse leído todos los cómics de la vida antes de dar play? Tampoco. Como se menciona en la misma charla, si bien las profes son ñoñas, en un contexto académico son profes antes que nada, y por lo tanto, desde el principio la idea fue acercar a la gente, no hacerla sentir excluida. Esta charla está pensada ante todo como una forma de visibilizar el potencial académico de este tipo de narrativa gráfica y de rescatar el valor, y necesidad, de buenas prácticas traductoras para potenciar su mercado y reconocimiento como tal. Y de paso, aprovechamos de tirar flores camufladas a algunos títulos, pasar un buen rato y presentar el testimonio de Nicole Farías, una traductora de manga chilena. ¿Qué más?


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Blanca Nieves... ¿Tres más?

Mi nombre es Hor

¡Cáspitas, rayos y centellas!