Cuando la tierra se mueve




Sábado 27 de Febrero del 2010, 3:34hrs. Ese es un momento que muy difícilmente voy a olvidar. Media hora antes, en Melipilla, la fiesta de cumpleaños de la Pía había terminado hace muy poco y era hora de ordenar y luego irse a acostar (Pau, Eli y servidora de alojadas). Entre todas nos encargamos de lo primero, pero lo segundo simplemente no pasó; la cumpleañera apenas si había terminado de lavar y dejar secando los últimos platos y copas cuando empezó la sacudida. ¡Doña sacudida! Un 8,8 no es cualquier cosa. Dos horribles y eternos minutos en los que sinceramente temí que la tierra se fuera a abrir bajo nuestros pies. A Dios gracias, nada malo nos pasó, pero el susto y el no saber si tu familia en Santiago tuvo la misma suerte son cosas que no se las doy a nadie. Nunca había necesitado tanto mi celular y nunca me había fallado tanto. No es exageración decir que fui todo un flan hasta que oí la voz de mamá al otro lado; igual quedé medio tembleque después de eso, pero por lo menos sabía que estaban todos bien.


Soy una de las que tuvo suerte. La casa está intacta; los daños no pasaron de la caída de unas copas, parlantes de radio y la tele del dormitorio de mi tío; más importante aún (lo realmente importante), nadie cercano terminó sin casa o muerto. Mientras más veo las noticias, más veo el desastre en la zona costera y el Sur y más conciente soy de lo mucho que tengo que agradecer el estar vivos y enteros. Ya es martes 2 de marzo, pero recién volvió Internet y no quería quedarme sin escribir esto. En serio espero que el resto del país se de cuenta de esto. Estamos vivos, que valga la pena, de otra forma es un insulto a los muertos. El golpe fue grande, pero es mucho más lo que hay por hacer y agradecer; hora de sacar el lado bueno de los chilenos, no el feo.

Comentarios

  1. Me alegra saber que estás bien. Que tu familia y tú no hayan sufrido pérdidas de casa y, aún más importante: humanas es un motivo de dicha.

    Ánimo Kareen, todos los chilenos ahora tenemos que tener ánimo. Para ayudar a los que no tuvieron nuestra suerte, para volver a poner a Chile de pie.

    Un beso

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