Eso es lo que una persona normal y no-despistada habría preguntado a los pocos segundos que su billetera desaparece de entre sus posesiones. ¡Pero claro! La autora de este blog tiene poco de normal y todo de despistada, así que eso simplemente no aplicó (en mi defensa, ayer había demasiadas cosas en mi mochila), así que no noté absolutamente nada de nada hasta que como a las 6 de la tarde vi el mensaje de texto que la niña que la encontró me mandó como a las 5... ejem... esto de estar en clases y poner el celular en silencio... ¡con razón tanta insistencia de un celular desconocido!
Esta fue doña salvada, porque tenía todo en la billetera, literalmente. Claramente no la vuelvo a contar; muy difícilmente se van a volver a dar todos los elementos: 1) persona honrada, 2) comprobante de carga electrónica de celular (sabía que había una razón para no tirarlo), 3) persona honrada y persona pajarona estudiantes en el mismo campus y en el mismo horario. Nop. Esto no se vuelve a contar.
Eso es karma por la vez que tu encontraste esa agenda y la devolviste :)
ResponderBorrarTienes toda la razón, personas así están en peligro de extinción.
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