Cuando ni las instrucciones para dummies resultan

Uno de los regalos de mi último cumpleaños y que prácticamente va guiar mis comunicaciones con unos cuantos de mis alumnos de aquí en adelante. Menos mal que todos somos hablantes nativos...

Sencillamente no importa cuanto las hayas revisado y editado, nunca falta el alumno, o grupo de alumnos, que de alguna forma se las arregla para evadir olímpicamente texto en negritas, subrayado y con un uso descarado (y a esas alturas ya desesperado) de palabras completas en mayúscula (las más importantes en todo caso). Creo una vez incluso haber recurrido a la herramienta de destacado... 

Una esperaría que semejante esperpento visual, que además tiene la palabra INSTRUCCIONES justo arriba, los obligara a ponerle atención, si no por su contenido, al menos por lo feo, pero igual después me he llegado a encontrar con alumnos que hicieron cualquier cosa menos lo pedido. O peor; los que hicieron lo que había que hacer, pero que se relajaron tanto al momento de enviar su trabajo que los descuentos por tiempo corrieron hasta dejar su nota en rojo. ¡Cómo ignoras un "[s]e descontarán 0,5 décimas de nota por cada 10 minutos de retraso" al principio de la prueba!

¿Qué pasa con esta generación que una buena parte simplemente opta por no leer? ¿Cómo es que ni siquiera se dignan a dar una mirada rápida a un fragmento de texto que les ahorraría muchos dolores de cabeza? ¿O es que sí están leyendo, pero no llegan a comprender lo que leen? ¡Y por qué no avisan! ¿O será que yo como profe soy la que debería simplificar mi español? Y si de verdad no están entendiendo su propio idioma, ¿qué esperanzas reales tienen como traductores? ¿Qué queda esperar de la escritura de alguien que no logra descifrar las ideas detrás de palabras tan simples?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Blanca Nieves... ¿Tres más?

Mi nombre es Hor

¡Cáspitas, rayos y centellas!