Vistiendo la muñeca

De izquierda a derecha, Clawdeen Wolf, Duchess Swan, Raven Queen, Lizzie Hearts y Kitty Cheshire posando en vestidos tejidos a crochet.

Que la peino no es novedad para nadie que me conozca un poco, así que este paso de dármelas de modista de mi colección no es para sorprenderse realmente. Una cosa es que yo no tenga (al menos de momento) mucha maña como costurera y otra totalmente distinta es decir que a mí no me gusta el crochet, ni me dedico a buscar nuevas formas de jugar con lana salga lo que salga. ¡Ja! La verdad es que era solo cuestión de tiempo para que esto pasara. ¿O ya será mucho pensar eso?

Bueno, sea como sea, en el proceso de ampliar el closet de las chiquillas, descubrí algunas cosas bien interesantes (por lo menos para una loca de las lanas) y me entretuve bastante aprendiendo a punta de ensayo y error. Por lo mismo, una sola entrada no da para cinco vestidos, así que próximamente se viene una por cada uno. De esa forma finalmente les doy el espacio que debieron tener hace rato en el blog y de paso aprovecho de terminar de quitarle las telarañas al pobre.

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