Cómo ser profesora universitaria en Chile en tiempos de pandemia
Pero bueno, si hay algo de lo que los chilenos sabemos, y bastante, es de "normalidad". No en vano la universidad en que trabajo comenzó a capacitar a los docentes en plataformas como Moodle y Blackboard entre fines de febrero y principios de marzo, cosa de que el aprendizaje se viera lo menos comprometido posible en el muy probable caso de que nos topáramos marchas y otro tipo de situaciones que no han parado desde el 18 de octubre (o por lo menos no hasta hace poco). Claro está, que preservar la "normalidad" en un escenario de estallido social no es lo mismo que hacerlo en uno de cuarentena indefinida en que ni siquiera se alcanzó a tener una semana de clases presenciales con los alumnos...
¡Pero ya qué! Henos aquí, con altares a los dioses de la internet para que los planes de datos aguanten, y las videoconferencias y los portales académicos no se caigan ante la explosiva demanda simultánea. Aquí estamos con la mejor disposición de sacar esto a flote como sea por los alumnos, sin generarles más estrés del que ya de por sí deben tener. De la noche a la mañana estamos expertos en clases por Zoom con hasta 40 estudiantes o más, algunos con sus primeros pasos en Moodle e incursiones en Google Classroom, y otros retomando el segundo, solo por si las moscas. Todo lo anterior acompañado por coordinación y apoyo grupal vía Whatsapp, y en mi caso el recurso extra de mi cuenta de YouTube.
Así que ya ven: no hay fórmula, solo mucho trabajo en equipo, voluntad y creatividad. Y el altar a los dioses de la internet; por ningún motivo se les puede olvidar el altar. ¿Si no cómo como pretenden lograr pasar la lista de corrido y mantener la "normalidad"?
¡Pero ya qué! Henos aquí, con altares a los dioses de la internet para que los planes de datos aguanten, y las videoconferencias y los portales académicos no se caigan ante la explosiva demanda simultánea. Aquí estamos con la mejor disposición de sacar esto a flote como sea por los alumnos, sin generarles más estrés del que ya de por sí deben tener. De la noche a la mañana estamos expertos en clases por Zoom con hasta 40 estudiantes o más, algunos con sus primeros pasos en Moodle e incursiones en Google Classroom, y otros retomando el segundo, solo por si las moscas. Todo lo anterior acompañado por coordinación y apoyo grupal vía Whatsapp, y en mi caso el recurso extra de mi cuenta de YouTube.
Así que ya ven: no hay fórmula, solo mucho trabajo en equipo, voluntad y creatividad. Y el altar a los dioses de la internet; por ningún motivo se les puede olvidar el altar. ¿Si no cómo como pretenden lograr pasar la lista de corrido y mantener la "normalidad"?
Comentarios
Publicar un comentario